La película independiente dirigida por Eduardo Pinto, tuvo su estreno en el arranque de las "Noches Marplatenses" del Festival Internacional de Cine.
A sala llena se concretó el estreno mundial de la película El Desarmadero, en el marco de la inauguración del ciclo “Noches Marplatenses” del Festival Internacional de Cine.
“Es una película sobre los excluidos, sobre los muertos vivos del sistema” definió Luciano Cáceres, protagonista de la película y quién mientras filma El reparo en Puerto Pirámides, graba la tira 1-5-18 y hace funciones con “Desnudos”, viajó a Mar del Plata junto al equipo para presentar esta producción que “demuestra el poder de la autogestión” como dijo en la presentación.
El Desarmadero, dirigida por Eduardo Pinto, cuenta además, con el debut cinematográfico de Amelia Cáceres Carrá, y las participaciones de Pablo Pinto, Clara Kovacic, Malena Sánchez, Diego Cremonesi, Fernando Pérez, Gerónimo Pérez, Joaquín Cáceres y Pablo Ríos.
Cáceres se pone en la piel de Bruno, un artista plástico que después de un hecho traumático, abandona las artes para iniciar una nueva vida.
“El cine argentino es cultura, siempre nos tiene que representar, nuestras películas tiene que representarnos, eso es lo que hay que buscar”, dijo el director, mientras que Malena Sánchez apuntó que “necesitamos que se banque la cultura, que se avance en esta cuestión, es una necesidad, que el Estado tiene que apoyar.
Antes del estreno Cáceres habló con LA CAPITAL sobre el proyecto y, especialmente sobre Bruno, el personaje que le tocó interpretar, quién “vive una tragedia personal muy fuerte, en un lugar que es el desarmadero, donde realiza una búsqueda y ese dolor, esa angustia que tiene se va a acrecentar porque van a empezar a pasar cosas muy potentes”.
El actor sostuvo que la película tiene un lado, un mensaje social, desde “los que están excluidos por razones físicas, económicas y demases que son muertos vivos del sistema. Desde el género de terror, se tocan estos enfoques”.
Y apuntó que “la película arranca cuando el personaje es dado de alta en el pisiquiátrico y empieza ahí su sanación. Pero hay algo que no cierra, entre la culpa, el dolor y la soledad y lo difícil de volver a insertarse”.
En ese sentido sostuvo que tuvo un trabajo “muy intenso, pero muy emocional, con una carga de dolor, de ese dolor que tiene la psiquiatria. Si bien se puede atender a los pacientes alterando algunas cuestiones más fisicas -como calmarlos, dormirlos-, ese dolor interno no tiene cura. Nos parecia interesante meternos por ahí, no hay medicación que pueda hacer sanar eso, la cabeza está enferma”.
Sobre la forma de encontrar al personaje Cáceres consdideró que “tuvo su dificultad” pero que “hay algo con Eduardo, un tipo de trabajo desde cuando hicimos Corralón, que se empieza a dar sin palabras, pero de mucho sentimiento. La historia se empieza a gestar así, desde que empezamos a construir casi en paralelo el guion, antes de empezar a filmar, pero va apareciendo todo junto: el lugar, el guion, los personajes y empiezan a crecer en paralelo. El germen de los proyectos independientes es que nacen todos juntos. Es una manera distinta de laburar, arriesgada, pero de mucha confianza”.
Mirada social
El director, Eduardo Pinto, definió a El Desarmadero como “una película de terror pero también un drama, una tragedia”.
“Un artista plástico decide alejarse del arte y acepta un trabajo en un desarmadero de autos, su misión es cuidar que los pibes del barrio no desmantelen los autos. El auto es la expresión máxima del consumo, del poder, pero los autos también mueren. ¿Qué sucede con los autos muertos? ¿Qué guardan en sus interiores? ¿Qué imágenes reflejan sus vidrios y espejos astillados? El artista ya no produce obra, pero su sensibilidad está intacta. Cuando cae la noche todo lo ve, ve aquello que desea ver, ve lo que ama, se transporta hacia otro universo. El Desarmadero se pega al cine de terror que mire en los 80, Carpenter, Cronenberg, un cine de terror con una mirada social. En El Desarmadero se expone quienes son los vivos y quienes son los muertos para el sistema. Los vivos son aquellos adinerados que hacen realidad sus deseos. Los muertos vivos no consumen nada, no poseen dinero, están fuera del sistema, como roedores desesperados desmantelan los autos para vender los repuestos”.
Asimismo el director destacó que “El Desarmadero es cine independiente, es una vieja idea que renació en la parálisis de la pandemia, la realizamos desde el trío motor, que conformamos con Luciano Cáceres y Pablo Pinto, llamado Eusebia en la higuera y con el apoyo del municipio de General Rodríguez. Convocamos amigos artistas como Clara Kovacic, Diego Cremonesi, Malena Sánchez, Fernando Pérez, Brian Maya y los músicos Ciro Martínez, Manuel Pinto, las artistas plásticas Mónica Rojas, Cinthia Español, todos ellos más el equipo técnico que siempre me acompaña, Choice, Lugones, Irrazabal, Kaspersky, Ponce. Todos ensamblamos, pieza por pieza de este desarmadero”.
Mirá el Trailer de “El Desarmadero”: